Psicología y sociedad

11.05.2020
Cuando nos encontramos en una situación de la vida en la que nos implicamos con otras personas para teneruna relación hay normalmente cuatro aspectos a tener en cuenta. El primero es el hecho, la situación, lo queha pasado, el contexto. El segundo es, partiendo del hecho, lo que pensamos de este, las interpretaciones, lasespeculaciones. El tercero son las emociones, que pueden partir del hecho, como por ejemplo ver cómo unapersona está falleciendo, o de los pensamientos e interpretaciones del hecho, como por ejemplo cuando unapersona no es demasiado extrovertida por medio de las redes sociales y podemos interpretar este hecho comoun acto de rechazo y frente a ello sentir dolor. Y, por último, el comportamiento, la hora de actuar, poner enpráctica las conclusiones a las que hemos llegado por medio de todo lo anterior. 

Si admitimos que, aún siendo todos seres humanos, tenemos personalidades distintas y reaccionamos,pensamos y actuamos diferente, también tendremos que admitir que, para disfrutar o garantizar una relaciónsocial, hay que ponerse de acuerdo, pues hay muchos factores que poner sobre la mesa.

La reacción es un tema delicado, no sabemos cómo puede reaccionar el receptor de nuestro mensaje, ymenos cuando ese mensaje no es muy agradable. La asertividad es una herramienta muy útil para poderexpresar lo que piensas y sientes sin necesidad de usar un tono agresivo u ofensivo, sino que, aunque noestemos diciendo cosas agradables, podamos expresarlo de una forma asertiva.

También pensamos diferente, asique es importante la comunicación. Es importante poder decir lo quepiensas sin ningún miedo y, por supuesto, con asertividad, para que una relación sea lo más óptima posibley, para ello, creo que es importante tener en cuenta el objetivo de esa conversación en la que estáscomunicando algo, que la otra persona capte el mensaje que le estas intentando transmitir, poner sobre lamesa unas ideas y aclararlas. Pero a la vez, en el lado contrario, está el que escucha, el receptor del mensaje.No sirve de nada un buen mensajero, que comunique bien lo que piensa de una manera asertiva sí no hay unbuen receptor detrás. La escucha activa se basa en comprender lo que comunica, lo que piensa de lo quecomunica y lo que siente de lo que comunica, se basa en un interés profundo del mensaje, una conciencia,siempre limitada, de lo que está expresando el transmisor. Lo que se comunica no está únicamente en laspalabras, sino también en cómo se gesticula, como es la expresión facial y corporal a la hora de hablar decierto tema, notar si se aflige o sí ríe. Para todo esto, no cabe ninguna duda, debemos tener cierta actitud,cierto interés en la relación social a tener en cuenta, trabajar en ella y, para ello, una relación social conllevaun esfuerzo.

Cuando el que comunica en una situación es una persona y otra es la que escucha, o simplemente hay unaidea en juego, es distinto que cuando se trabaja en equipo. Cuando se juntan dos o más ideas creo que debehaber establecido un objetivo: una solución aceptada por todas las partes del equipo, y, para ello, sonnecesarias las habilidades de negociacion y resolucion de conflictos. Pongamos que nos encontramos condos ideas diferentes que tienen aspectos en común y aspectos contrarios. Una persona expondrá su idea alotro y viceversa sin olvidarnos de los previamente estipulado sobre la comunicación y la escucha activa y nodando más importancia a la escucha de uno sobre el otro. Pero una vez mostradas las ideas, existenconflictos. Es importante que ambas partes esten en disposicion de eliminar ciertas subideas para poderllegar a un consenso que no es el ideal individualmente pero sí para el equipo. Así como se eliminan ciertassubideas también se pondrán en común otras que podrán incluso hacer a la vez otras y llegar a un acuerdo.

© 2020 Ana García. Todos los derechos reservados.
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